Según registros coloniales, el pueblo de Toconao fue fundado en 1557, durante la pacificación de los pueblos originarios del atacama. Su nacimiento es previo al de San Pedro, y su fin fue entregar paz al tránsito entre las provincias de la plata y la costa desértica del Pacífico.

En periodos pre hispánicos, Toconao fue parte de los antiguos asentamientos de pueblos atacameños, forjados por comunidades agro alfareras, dedicadas al cultivo de especies andinas y la crianza de camélidos.

Si bien su origen es temprano, su principal edificio patrimonial fue construido en 1744. La iglesia de San Lucas y su campanario aledaño son un vestigio monumental, y también, elemento simbólico que testimonia el encuentro de la cultura Lickanantay con los occidentales, y los efectos en su cosmovisión y su territorio.

Actualmente, esta localidad es el sitio de múltiples actividades extractivas mineras. La agricultura persiste, con la inserción de nuevos conocimientos técnicos que le han dado un cariz sustentable. El apoyo de diferentes empresas ha permitido la regeneración de prácticas agrícolas y ganaderas. Un viñedo emerge como principal centro productivo, y a la vez, zona de recreación turística.

Prontamente, su comunidad ha dado paso al ecoturismo, los avances en el mejoramiento de su infraestructura, posicionan a esta localidad como uno de los principales puntos de atracción de visitantes, debido a la mística que impone su belleza natural y cultural.