Enclavada en el altiplano del Norte de Chile, el pueblo de Ollague

Enclavada en el altiplano del Norte de Chile, el pueblo de Ollague se ubica junto a la vía del ferrocarril de Antofagasta Bolivia. Su estación fue constituida en el año 1888, cuándo se fijó el trazado de su línea férrea, desde la costa del océano pacífico hacia la localidad de Oruro, en un tramo que mantuvo 924 kilómetros. Su localidad se formó como un caserío que marcó el paso limítrofe entre ambas naciones, previo tránsito por las estaciones Ascotan y Cebollar, protagonistas de hermosos paisajes que engalanan las postales fotográficas de nuestra región.

Posicionado frente al volcán homónimo, su población es reducida y se dedica a actividades de servicios. Las ruinas de antiguos asentamientos mineros solo quedan en la memoria de sus habitantes y coexisten con el material rodante de un ferrocarril aún activo.

Los relatos ancestrales nos cuentan que la relación entre la cosmovisión andina y el paso de locomotoras se entreteje como parte de la identidad de sus sitios históricos y sus recuerdos como comunidad. La magia de sus paisajes son los más hermosos de la región, un lugar genuino e inolvidable, que se niega a desaparecer y perderse en el olvido.

Las políticas de desarrollo turístico se han esforzado en incluir a esta hermosa localidad en los circuitos regionales. La escasez de infraestructura y las dificultades viales han coartado la inclusión de esta zona de la región a la oferta turística privada. Su ocupación espera dar prontamente un vuelco y dejar su papel secundario con otros lugares de la región de Antofagasta.