El rio Loa no solo posee una riqueza arqueológica que circunda sus zonas cordilleranas

En la zona intermedia también se encuentran evidencias del arte rupestre y algunas aldeas que evidencian la presencia humana en periodos pre hispánicos. El sitio Chacance; lugar de confluencia del Rio Loa y el San Salvador; posee indicios de haber mantenido una posición estratégica en el tránsito de caravanas entre la costa y el altiplano y su precordillera.

Chacance fue un oasis, ideal para asentarse, porque las escarpadas paredes de sus barrancos y su temperatura eran ideales para el cultivo del maíz, además, de poseer un desaparecido bosque de algarrobos. En este lugar fueron encontrados distintos elementos, ya sea basamentos de viviendas y un cementerio, datados entre los años 600 y 900 después de cristo, y cuyos enseres demuestran el contacto con sociedades atacameñas del alto Loa. Entre estas evidencias se encuentran elementos fúnebres que se resguardan en el museo de Maria Elena.

Además de rutas troperas e indicios de talleres líticos, también se encuentran manifestaciones de arte rupestre. En la zona costera también se pueden apreciar evidencias de petroglifos que muestran la existencia de expresiones artísticas pre hispánicas. En el sitio Caleta Huelen, posicionado en la desembocadura del Rio Loa, se encuentra una aldea con vestigios de un poblamiento reducido que debió mantenerse para el contacto con cazadores y recolectores de la costa del pacífico.

Además, Chacance también fue un sitio de ocupación en periodos históricos, especialmente con el asiento de una planta beneficiadora de plata, la que, desde 1872 hasta 1887, funcionó como una zona industrial, de corta labor, pero que dejó las ruinas de un gran asentamiento conocido actualmente como la escalera del Indio y que constituye un sitio de alto valor patrimonial para la comuna de María Elena.