“Pampa Unión” es un asentamiento de origen salitrero
“Pampa Unión” es un asentamiento de origen salitrero, que erróneamente fue categorizado oficina. Durante el ciclo de auge de la industria del nitrato de soda, los campamentos eran propiedad total de las firmas que administraban sus recursos y sus establecimientos industriales y habitacionales destinados para sus obreros.
En estos espacios, se desplegaban diversos edificios destinados para la administración, el abastecimiento y la provisión de servicios básicos. Todo bajo propiedad de las compañías.
En los espacios aledaños a las oficinas salitreras, se desplegaban los espacios públicos destinados para la construcción de la autonomía y el acceso a servicios públicos; allí donde los propietarios de las salitreras no podían controlar a sus obreros.
Los pueblos eran el lugar para la diversión y para el acceso a productos prohibidos o bien que no estaban sujetos al control financiero de la pulpería.
Pampa unión surgió a raíz de la instalación de un sanatorio dedicado a atender a los accidentados y enfermos de las salitreras contiguas entre los años 1911 y 1930.
Espontaneamente, nació un pueblo con habitaciones particulares, en donde el comercio y las instalaciones fiscales pudieron encontrar hospicio en medio del desierto de Atacama.
Pampa Unión contaba con dos calles longitudinales principales y seis transversales formando 17 manzanas; su ubicación era paralela a la línea ferroviaria, al costado de la Estación homónima de Ferrocarriles Antofagasta-Bolivia; a su alrededor se formó espontáneamente un poblado que tuvo un crecimiento corto, Los obreros habitaban en casas rectangulares llamadas inquilinatos o conventillos con piso de tierra, la mayoría sin divisiones, hechas de adobe con techo de calamina, en ellas los pobladores dormían, cocinaban y vivían hacinadas varias familias.
Su población normal de 2.000 almas, con distintas nacionalidades (chinos, croatas, peruanos, bolivianos etc.) y alcanzó a albergar hasta 15.000 personas como población flotante. Actualmente no posee ninguna protección patrimonial y sus escuálidas ruinas, en especial su cementerio, solo forman parte de la memoria colectiva de la comunidad, siendo un lugar turístico destinado a la reminiscencia del pasado familiar de los antiguos obreros del salitre de nuestra región.