Un hito histórico de suma relevancia para la formación de nuestra región fueron los descubrimientos de salitre realizado en la zona interior. El explorador José Santos Ossa registró sus descubrimientos en salar del Carmen en el año 1866. Para su explotación se conformó la sociedad Melbourne & Clark, la que se asentó en los actuales terrenos que hasta en la actualidad ocupa el Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.

Un vestigio que aún yace en nuestra localidad es el antiguo muelle que levantó en el año 1880, esta compañía salitrera, para el embarque de su producción. La obra original contaba con 198 m. de largo y 15 m. de ancho, a casi tres metros sobre el nivel del mar. Se construyó sobre rieles de acero, con madera de pino Oregón y roble americano, para hacerlo una estructura muy fuerte.

Durante el año 2013 fueron iniciadas las obras para recuperar el muelle, en el marco del programa Legado Bicentenario del Ministerio de Obras Públicas, que lo habilitó como paseo urbano en mayo del 2015. Con la remodelación se instalaron barandas, una chaza deportiva para paseos y actividades náuticas, sombraderos, bancas, y vidrios en el suelo denominados ventanas del tiempo, que permiten apreciar la estructura antigua del muelle. Además, se dispuso un sistema de iluminación en las grúas y en el suelo con el objetivo de resaltar los elementos históricos del ex embarcadero. Este lugar se ha convertido en un lugar turístico de suma relevancia en el circuito urbano y un lugar de gran calidad para recibir a visitantes que desean conocer el origen histórico de la ciudad. También se ha conformado como un lugar de exposición para actividades culturales y artísticas y la exhibición de emprendedores locales que desean aportar a la oferta turística de la comuna. Un verdadero ejemplo de gestión y elaboración de estrategias en donde la memoria histórica y el turismo confluyen para potenciar diferentes organizaciones y, principalmente la zona gastronómica aledaña, especialmente la del terminal pesquero de nuestra ciudad.