La mano en el desierto es una escultura realizada en el año 1992 por el artista nacional Mario Irarrazabal

Está emplazada en pleno desierto de Atacama, a un costado de la carretera panamericana, a unos 75 kilómetros al sur de la ciudad de Antofagasta.

Su obra consiste en una escultura de hormigón armado de once metros de altura, que representa una mano izquierda y fue financiada por la Corporación Pro Antofagasta, que también se encarga de la mantención de la obra, pues dada su ubicación, a 1.100 metros sobre el nivel del mar, está expuesta a las altas temperaturas de día y el contrastante frío de la noche, además de ser objeto de rayados con spray por parte de algunos de sus visitantes. Sin lugar a dudas, esta escultura es considerada el principal ícono turístico de la región de Antofagasta.

Dada la localidad y su especial calidad astronómica, la Mano del Desierto ha sido utilizada como un referente nacional del astro turismo y de la astrofotografía. Su calidad le permitió se considerado un destino turístico Starlight, por sus excelentes cualidades para la observación de las noches estrelladas y que están protegidos de la contaminación lumínica, abriendo una nueva fuente de atracción a nuestros artistas.

Anualmente, diversos turistas visitan esta localidad y realizan increíbles astrofotografías. La gestión en materia de turismo sustentable ha permitido la generación de este tipo de actividad, siendo insertadas en las estrategias del gobierno regional, y que busca fortalecer este servicio, a fin de otorgarles mayor calidad técnica, elaborando, así, las más hermosas postales de los cielos del desierto de Atacama.

Actualmente, la arqueo astronomía, ha permitido insertar los imaginarios simbólicos de los antiguos pueblos originarios en este rubro, enlazándolos con su patrimonio artístico rupestre, agregando una puesta en escena y un contenido cultural que motiva un gran atractivo a los visitantes de nuestra región.